La Basílica de Guadalupe es uno de los principales lugares santos del catolicismo. El segundo templo más visitado del mundo después de San Pedro; cada año recibe 40 millones de visitantes entre peregrinos y turistas. Cada día suben por la Calzada de Guadalupe miles de personas en peregrinación. Llegan de todos los barrios de la ciudad, de todas las ciudades y pueblos de México, y también de todo el mundo.

En el Cerro del Tepeyac —donde antes ya se adoraba a Tonantzin— se le apareció la Virgen a Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Hoy se encuentra la Villa de Guadalupe, un complejo de recintos religiosos que incluye la propia Basílica, la Capilla de Indios, la Capilla del Cerrito, el Cementerio del Tepeyac, La Capilla del Pocito, el Templo y antiguo convento de las Capuchinas, el Templo Expiatorio a Cristo Rey, el Museo de la Basílica, el Baptisterio y la Plaza Mariana.
La Basílica es de construcción moderna. Fue diseñada para albergar a 10,000 fieles y para que desde cualquier punto se pueda admirar a la famosa y misteriosa tela con la imagen de la Virgen, que hoy sigue intrigando al mundo.
Recomendaciones al visitar la Villa de Guadalupe
- Si eres muy devoto de la Virgen de Guadalupe puedes ir el día de la Virgen, el 12 de diciembre. Pero debes saber que millones de personas estarán allí y te será complicado verla.
- Si eres devoto pero no puedes ir, o prefieres una experiencia más íntima, súmate a una de las muchas peregrinaciones que se organizan en iglesias de todo el mundo o ven por tu cuenta.
- Además de la Basílica, sube al Cerro del Tepeyac hasta la Capilla del Cerrito, lugar de las apariciones marianas.
- No te pierdas la fantástica joya barroca de la Capilla del Pocito.
- Tómate fotos en las fuentes naturales que recrean la aparición. También puedes llevarte un recuerdo en el tianguis situado en la bajada del cerro.